Entre miles de verdes bañados en oro,
suaves conciertos de vidas,
olor a hierba,
agua que canta
niños que esperan excitados
a unos atrevidos que se esforzaron,
pidieron, trabajaron y viajaron
para llegar a ellos.
Y para hacerlo, a esos atrevidos les tomó más de 3 horas en carro, hora y media caminando, y hora y media en mula…
Sí, dar a veces puede ser un proceso largo y laborioso.
También este año, el 21 de diciembre, PanaceAM, representada por nuestras voluntarias Luz Marina y Didi, decidió llevar sonrisas a un grupo de chicos y chicas de la vereda Mirasol en los Cañones de El Carmen de Viboral, que se puede considerar lejana de la civilización que todos conocemos. Una aventura que duró todo un día y dos semanas de campaña y de preparación.
Acompañados por mamás, papás, abuelitas y hermanitos mayores, llegaron niños y niñas en la escuelita de Mirasol, donde se hizo el programa, y de cuatro veredas vecinas… a una o dos horas de camino.
Se llevaron más de 60 regalos –cada regalo con varios juguetes y ropa interior– y dulces, más regalos adicionales para los niños ‘champiñones’ que sabíamos iban a aparecer de sorpresa y a último momento.
Para ponerle alegría al evento, se hicieron pequeños concursos y así entregar más regalos, por lo que los niños cantaron, contaron, y recitaron. Hasta los adultos, que tal vez nunca les había pasado, bailaron para ganarse algo.
¿Y que hacer con los adultos que, tan humildes como amables y agradecidos por nuestra visita, miraban curiosos destapar regalos y disfrutaban los gritos de alegría y asombro de sus niños? Pues, para ellos también llevamos ropa que nos habían donado y que se les repartió de forma organizada hasta acabarse.
¿Y los atrevidos? Para los ocho jóvenes de nuestro programa Crea Tu Destino*, quienes, además de gastar todo un día para hacer la entrega, también vinieron a envolver los regalos y los dulces, y alistarlos para la travesía, fue una gran experiencia de primera vez a caballo y salida tan lejos de su pueblo.
Pero hay otros protagonistas, esta vez ocultos: más de 35 benefactores de diferentes países que respondieron a nuestra campaña —ya fuera con dinero o con regalos— y algunos voluntarios de PanaceAM que sacaron un día de su trabajo para comprar regalos en “El Hueco” (un laberinto de miles de almacenes en el centro de Medellín). Aunque nosotros estamos en primera línea, esto no habría sido posible sin todos ellos. Su respuesta fue tan sincera que el dinero nos alcanzó también para dar regalos en la vereda de nuestra sede, el Centro Babanagar.
Paro aquí, porque la felicidad de esos niños y campesinos olvidados por el mundo nunca se podrá describir… mejor dejo que las fotos intenten hacerlo por mi.
En enero regresaremos en otra vereda del mismo sector, esta vez llevando útiles escolares. Si quieres tener la linda oportunidad de participar a esa bella labor, contacta a Yecenia y ella te guiará en el proceso de compartir un poco de lo tuyo con unos niños que viven al límite de la pobreza.
*Becados completamente por nuestra Fundación, Crea Tu Destino es un programa con jóvenes de grado 11º de colegios rurales sin recursos, a quienes, a través de talleres y eventos, les ayudamos a hacer la transición de su época escolar… al resto de su vida.
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