El Perdón

El Perdón

Muchos dicen que no pueden perdonar, o no perdonan hasta la cama de muerte. Otros dicen que se debe perdonar, porque perdonar es ‘espiritual’ y su Dios así lo quiere. Otros simplemente perdonan porque sienten que es lo mejor que pueden hacer.

El saber perdonar es positivo porque muestra cierto grado de evolución, que no todos tenemos.

El concepto del perdón está estrictamente ligado al concepto del pecado y alimentado por creencias y dogmas religiosos. Hoy voy a hablar del perdón, evitando por ahora mencionar el pecado, y los dogmas.

En el mundo espiritual el concepto del perdón es diferente a lo que la mayoría piensa, y se divide en varios tipos.

El perdón interno

El perdón interno es el perdón contigo mismo por algo que, de acuerdo a tu Consciencia, hiciste o dejaste de hacer. Generalmente perdonarte te da dificultad porque desde la infancia te han inculcado e impuesto sentimientos de miedo por pecados que pagarás duramente por miles de años o para siempre.

Además de los pecados que te impusieron desde antes del nacimiento, eres con toda seguridad un ser imperfecto, que hizo, hace y hará errores. Eres humano. Aparte de un Maestro perfecto y de un perfecto idiota, todos estamos en el medio y cometemos errores. Hay muchos tipos de errores, algunos de ellos muy negativos y malvados, pero todos vamos a pagar por ellos. Sin embargo, según lo que dicen muchos senderos espirituales y grandes sabios y Maestros, y lo que me dice mi corazón y la lógica es que

¡NO hay un castigo para SIEMPRE!

Aquí tocaré solamente la lógica que sigo y que me ha ayudado a eliminar los miedos que me enseñaron de niño sobre el castigo eterno.

Aún más profunda de la relación que puedes tener con tu pareja, padres o hijos, la relación entre tú y tu Creador es la más íntima, dulce y cercana. En ella existe sólo el amante y su más Amado…sólo tú y Él.

Es una relación toda interna, no relacionada con el mundo o con los demás…y NADIE se puede entrometer en ella.

Aunque tal vez nunca has sido padre o madre, has ciertamente sido hijo o hija, y así te invito a analizar el tema de una manera lógica, y también amorosa.

Imagínate que de niño o de niña hiciste algo terrible, lo peor que te puedas imaginar. Con seguridad recibiste un castigo bien merecido por parte de tu padre. ¿Y qué pasó después de un tiempo? Tu papá muy pronto se calmó y, después de un rato -largo o corto- se olvidó del hecho, y todo regresó a la normalidad.

Ahora, si tu papá con todos sus defectos y sentimientos humanos te puede perdonar ¿te puedes imaginar que tu Creador y Papá Cósmico, lleno de AMOR y sin defectos no sea capaz de hacerlo? Y no solamente eso. Como castigo manda su hijito o hijita en un antro oscuro, asustador, en el fuego a sufrir y ser torturado por seres malvados que le dan penas indecibles… ¿para SIEMPRE?

No sé qué ideas te impusieron sobre tu Creador, pero personalmente ¡NO me puedo imaginar a mi Papá Cósmico condenándome para SIEMPRE a ese destino! ¡NUNCA!

Todavía hoy, cuando hago una estupidez o cuando caigo en mis debilidades y/o errores humanos, sé que deberé cosechar lo que he sembrado. Pero es claro en mi mente, que no puedo enojarme con Dios por lo que me pasó o con alguien más, porque sé que soy el único responsable de mis acciones. Y por la relación devocional que tengo con mi Padre, también sé CON TODA CERTIDUMBRE, que Él me ama, y que me perdonará.

Y porque estoy seguro de Su Amor, yo mismo me perdono y continúo viviendo mi existencia de humano con el deseo de volverme divino… de ¡volverme Él!

¡Piénsalo! Te invito a hacer lo mismo. ¡Verás qué liberación y cómo te sentirás liviano y feliz!

El perdón interno recibido por intercesión de una tercera persona

A veces me llega alguien que me dice: “Dada por favor, reza por mi” o “Pídale usted a Dios que me ayude, que a usted lo escucha más”

En esos momentos sonrío y siento una gran ternura por esa persona. Tenga o no tiempo, es importante y necesario que yo le explique que tengo para él o para ella, dos noticias -una buena y una mala- y le pregunto cuál quiere escuchar primero.

Normalmente me piden la mala primero.

“La mala noticia es que yo no puedo hacer nada por ti” digo, “No soy nadie para rezar por ti, ni tengo ningún don o poder para interceder a tu favor. Si te digo que sí -y no lo hago- significa que te estoy robando tu sudado dinero.

NADIE te puede liberar de tus ‘pecados’ de ninguna forma, particularmente con favores o con donaciones de dinero, actividad que ha sido y ES todavía un buen negocio para aquellos que crean miedo y viven de eso.

Es bueno que lo entiendas lo más pronto posible. Esos son CUENTOS que te han puesto en la cabeza. Como he dicho antes, NADIE puede meterse entre tú y tu Creador”.

“¡NADIE!”

“¿Y la buena noticia, Padrecito…perdón, Dada?”  continúa preguntando la persona.

“¡Es que ya eres libre de hacerlo tú mismo!

Imagínate que tu papá es el presidente del país. Necesitarías pedir el mismo permiso que debería tener un ciudadano normal para encontrar al presidente?

Además, -y eso es lo más increíble- pagarías a cualquier persona en la calle y afuera del palacio presidencial, para que pidiera un favor por ti a tu papá?”

Así que la verdadera buena noticia es que para recibir Su perdón, NO necesitas a ninguna tercera persona que se entrometa entre tú y tu Padre Cósmico.

Si entiendes esto ya no tendrás la necesidad de ir a un templo, iglesia o mezquita, no te costará dinero, ni necesitarás ningún intermediario para sentirte mejor.

Lo único que debes hacer es AMARLO, y entregarte a Él.

El perdón externo 

El perdón externo se divide en personal y en social. En el perdón externo existe siempre un segundo elemento: tú y el otro o la otra.

El perdón externo personal

En el perdón externo personal tienes el derecho a perdonar. Si decides no hacerlo, el resentimiento, odio o amargura que esa acción ha creado en ti, será aún más dañino para ti que para quien lo generó. Muchos tienen resentimientos o rabia por alguien que ni siquiera se dio cuenta de haberlos causado, o que ya se olvidó de ese acontecimiento, o que ya se murió.

Así que, para tu bienestar físico, mental y espiritual, es bueno que sueltes esos sentimientos negativos y tóxicos. Si te liberas con sinceridad y desde el corazón, notarás inmediatamente el gran beneficio del perdón.

Si lo prefieres, puedes perdonar aún sin la necesidad de informar al otro, porque a veces no es posible. Pero si puedes -y tu ego te lo permite- es mejor liberarte con él o ella, y así continuar con tu existencia que desde ese momento será más liviana y feliz.

El perdón externo social

Como seres sociales amamos vivir colectivamente y así cuando una acción afecta negativamente a la sociedad en general, el concepto del perdón cambia y se sigue un sistema diferente.

¿Qué es una acción negativa? Es cuando alguien por ambición codiciosa y egoísmo genera desastres ecológicos, causa sufrimiento, y hace cualquier otro acto que afecta a la sociedad en general.

En este caso, ANTES de perdonar o excusar a alguien, se debe SIEMPRE pedir información a la colectividad para ESTAR SEGUROS de que esa persona ha RECTIFICADO su conducta o hábito.

Sin una rectificación a un error cometido, el perdón se volvería negativo ya que se estarían aceptando hábitos dañinos para la colectividad. Y ese infractor, al recibir un perdón fácil, se animaría a repetirlo y continuaría creando más daño y sufrimiento.

Además -y al mismo tiempo- porque la codicia de los seres humanos es casi infinita, una falta de castigo o un perdón sin castigo inspiraría a otros a repetirlo y a crear más sufrimiento y confusión.

1 Comment

  • Elizabeth Grisales mayo 25, 2022 1:17 am

    Ver el perdón de esta manera nos permite vivir mejor con nosotros mismos, sin rencor, y viendo todo con el amor del Supremo. Gracias Dada!

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